XIV encuentro de Dominicas Apasionadas de España

Sostener la Esperanza       

26 al 28 de septiembre de 2025

 

Un año más, el último fin de semana de septiembre, nos hemos reunido Dominicas de las diferentes congregaciones de España. Iniciamos nuestro recorrido hace 14 años, con las que teníamos menos de 50 años, ya han pasado unos cuantos más y no me atrevo a decir cual es el límite de edad en el que nos encontramos.

Este año viajamos a Barcelona, una de las ciudades en las que estamos presentes. Les damos las gracias a las hermanas que han preparado este encuentro recorrido por la Esperanza y nos han mostrado que es posible ser mujeres dominicas esperanzadas, capaces de sostener:

La Esperanza que nos proporciona poder encontrar todos los años, la alegría profunda que genera el sabernos hermanas dialogando desde la verdad que somos y vivimos, la seguridad que nos da el conocernos y reconocernos en el tiempo, de forma tranquila y pacificada.

Rezar juntas ampliando nuestro espacio a las posibilidades que nos da internet, es una llamada a la esperanza que nos dice que es posible traspasar fronteras y que, aunque no estemos presentes físicamente, en algún momento, seguimos estando ahí, seguimos compartiendo la vida.

Contemplar al Jesús que abraza la humanidad, nos llena de Esperanza y nos ayuda a rezar “felices las sembradoras de esperanza”, y tal vez cantar juntas que “vivimos del lado complejamente humano de la vida, en el lado sagradamente humano de la vida”.

La Esperanza sostenida de la experiencia de Lucía Caram (monja contemplativa de Manresa, dominica que va a iniciar su viaje número 40 a Ucrania). Partiendo de Domingo de Guzmán, el hombre que habla con Dios o de Dios, el hombre traspasado por Dios, que no puede separar la contemplación de Dios y de su Palabra de la misión. El hombre que entiende que la oración es el encuentro con el Dios que está en las personas, con el Dios que nos llama por nuestro nombre, un Dios con entrañas de misericordia que escucha el clamor del pueblo.

De este Dios entrañable aprendemos la necesidad de parir una nueva humanidad, nos sabemos llamadas a ser entrañas maternas capaces de parir a Dios en el mundo, para que el mundo tenga vida.

Sus palabras sobre una esperanza encarnada, en la que las personas que sufren son ellas mismas las que nos devuelven la esperanza. Una esperanza alimentada en una compasión enraizada en la contemplación. Es por esto que la contemplación nos lleva a acoger y a compartir el sufrimiento con las personas que sufren.

Siento que lo más importante, de este momento con Lucía, es difícil transmitirlo desde la palabra: es la experiencia compartida, la cercanía, los gestos, la cadencia de la voz, el movimiento del rostro, de las manos… la pasión transmitida, el amor hecho presencia.

La Esperanza presente en el arte, presente en la Sagrada Familia. Un recorrido catequético espectacular, donde cada elemento tiene su significado, donde desde el alba hasta el atardecer, Dios está presente y Jesús se encarna. En este recorrido del alba al atardecer, realizamos nuestro propio camino de encuentro con el Jesús de la vida, en un espacio que nos recuerda que hemos sido llamadas por Dios, que nuestra realidad es luz, es color, es posibilidad, que estamos protegidas por la trinidad y llamadas a ser miradas de Dios sobre el mundo: miramos a Dios y somos miradas por Él.

La Sagrada familia nos vuelve a situar en la Esperanza de un mundo que camina hacia su plenitud, aunque a veces nos resulte difícil reconocerlo. Por ello Gaudi nos recuerda que Dios está y se hace presente en todos los momentos y su amor trinitario se derrama sobre todos los pueblos. Aquí celebramos a misa internacional de los sábados por la tarde.

El domingo se nos presentó el recorrido de Alianza que cuatro de las congregaciones estamos realizando. Este también es un camino apasionante. De forma natural, sin ninguna presión ni objetivo predeterminado, más allá de querer encontrarnos, han ido surgiendo diferentes apoyos y acciones conjuntas: reuniones de los 4 consejos, de las ecónomas, encuentro de hermanas mayores de 70 años, un retiro juntas, participar en el proyecto de Hontanas (en el camino de Santiago), la creación de una comunidad intercongregacional en Gran Canarias o el ensayo de reunirnos en otros países (de África y América) en los que estamos presentes al menos dos de las congregaciones.

Terminamos nuestro encuentro planificando el del próximo año que será en Madrid, con el tema de la actualización de los votos y lo organizarán 4 hermanas de diferentes lugares. Gracias por tomar la iniciativa de prepararnos el espacio.

Dominicas Apasionadas.