DOMUND 2025 desde Ucrania

Domund 2025

Llega de nuevo el tercer domingo de octubre, recordándonos el día mundial de las misiones, y el Papa
León XIV nos invita, a todos, a renovar nuestro compromiso bautismal y a “llevar a Jesucristo,
nuestra Esperanza, hasta los últimos rincones del mundo, a ser misioneros de esperanza entre los
pueblos”.

Un año más, con la ayuda de Dios queremos irradiar su presencia en medio de este pueblo que se
cansa en esta guerra que se alarga, que va haciendo la vida más lenta por los ataques renovados que
minan un poco su resistencia. Dios, que siempre hace camino con nosotros, nos sale al encuentro con
su Palabra en Isaías, 7,4-9 para sostenernos, animarnos y ayudarnos a encontrar el sentido: «¡Alerta,
pero ten calma! No temas, ni desmaye tu corazón. Si no os afirmáis en Mí, no seréis firmes”, y en
Filipenses, 4,4-5, Estad siempre alegres, que vuestra bondad la conozca todo el mundo.
Así que, vamos rumiando en nuestro corazón estas palabras para que nos iluminen, nos den sentido
y luz en cada día y con la fuerza de Jesús en la Eucaristía, podamos decir a todos: Alegraos y afianzaos
en el Señor, que vuestra bondad la conozcan todos.

Es este nuestro lema y programa para este año, ir reaprendiendo con los niños, monitoras y padres, lo
que de verdad significa la bondad, la alegría, el sostenerse en Jesús que quiso participar de nuestra
naturaleza y camina con nosotros para que nuestra humanidad no se pierda, y sea fortificada con la
suya. En medio de canciones, vamos preparando teatros para la Navidad.

Alegrías y penas

Mes por mes, vemos el auge de la fabricación y del comercio de armas. Armas por millares que
destrozan vidas sobre todo en las regiones fronterizas del país, destrozan las redes energéticas y en su
empleo indiscriminado con pausas entre los bombardeos causan la muerte de muchos rescatadores …
¡Cuánta gente sufre!

En la provincia, de Chernihiv el edificio de la Fundación que, por nuestro medio ayuda a personas
mayores, se quemó entero por un dron, con lo que había dentro: ordenador, documentos, impresora,
muebles, ropa de segunda mano, que estaban repartiendo; pero no tiran la toalla, y siguen su actividad
y ayuda, con los más mayores y los más pequeños, pidiendo colaboración entre los vecinos. En todo
esto es difícil que no haya víctimas, entra las que se cuentan niños…

Y nosotras en nuestro barrio, antiguo proveedor con sus pequeñas huertas de la verdura de los
mercados, sin nada que destacar, estamos pudiendo continuar nuestra misión y acoger a los niños aún
en medio de dificultades. Algunas noches, con los sueños partidos por los bombardeos, algunos cortes
de agua o de Internet, de los que somos informadas, pero poco más. La protección de Dios es palpable
y la organización en paliar la destrucción, es una fuente de paz. El hacer lo que puedes deja un poso
de alegría serena, pues siempre el día y la noche van de la mano.

Una alegría desbordante la recibimos en el verano: la vuelta del cautiverio del padre de una de las
maestras, prisionero de guerra desde marzo del 2023, en un intercambio de prisioneros. Se acabaron
sus torturas y en la vuelta a la familia, sus pequeñas nietas, lo siguen como pequeños soles, y sus
sonrisas, el milagro de su recuperación, nos dice su hija.

Un grupo de niños ha pasado 45 días en acogida en España. No faltan nunca los problemillas de
algunos en la adaptación, pero predominan las alegrías, el gusto del sol, y con esa chispa simpática
de los niños al hablar de su aprendizaje del español, destacan las palabras, las 3 palabras clave y más
bonitas del verano: chuches, parque, piscina.

A primeros de octubre tuvimos la misa por los soldados hispanoamericanos muertos en la guerra, en la que ofrecieron las banderas de Ucrania, y de Colombia, asimismo la de su propio Batallón y que iba firmada por todos los compañeros.

Aquí continuamos con pequeños achaques compartiendo y proyectos de vida con el Obispo en su
visita a la Parroquia, y con los representantes de la Embajada, que tan atentos son con nosotras,
cogidas de la mano de Jesús, con alegría en el corazón, y sostenidas por vuestras oraciones.

Antonia, María Jesús, María y Conchita