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Desde Kiev a España


March 2, 2022
Acción Social   /   Educación   /   España   /   Ucrania
Desde Kiev a España

Nuestras hermanas llegaron a Ucrania en 1997, seis años después de que este país se separara de la URSS (Unión Soviética) siguiendo la petición de Timothy Radcliffe (fraile que en aquel entonces era el Maestro de la Orden de Predicadores) de llevar el carisma propio de esta congregación religiosa al territorio ucraniano y continuar con la labor de evangelización, haciendo especial hincapié en la promoción y educación de la mujer a través de la escuela.

 En esa época, debido a la situación del país, era imposible fundar una escuela católica, por lo tanto crearon un centro ecuménico en Kiev dedicado al cuidado y a la educación de niños y niñas, que son los que más sufren las consecuencias de lacras sociales como el alcoholismo, el maltrato y la pobreza llamado "Casa de los Niños". En este centro infantil en edades comprendidas entre los 3 y los 16 años., seguimos el desarrollo del niño de una manera personalizada, tratando la relación de estos pequeños con sus familias. Los recibimos cuando llegan de la escuela y los cuidamos hasta que sus padres vienen a buscarlos, sin importar sin son católicos, ortodoxos, judíos, musulmanes o no creyentes, porque aquí lo que cuenta es el amor y los valores humanos.

 Con la ayuda de voluntarias y monitoras (muchas de ellas también asistieron a este centro infantil) realizan con los pequeños actividades, cursos de formación en valores bíblicos, charlas, clases de español y juegos, a la vez que organizan obras de teatro para que aprendan, a través de la representación creativa de historias, cuentos o canciones.

 “Cada día tiene su afán”, hay que vivir el hoy con tranquilidad. Nuestra fundadora Teresa Titos Garzón también nos decía que “hay que vivir con calma y cada uno es necesario en el sitio y el momento en el que se encuentra”. Jesús siempre dice “no tengáis miedo yo estoy con vosotros para siempre” y cuando da la paz a sus apóstoles la da mostrando sus heridas. Yo creo que esto mismo en estas situaciones de conflicto es muy importante. Hay que vivir las situaciones que nos toquen en paz y no vivirlas antes de tiempo, aquí seguiremos siempre al servicio de los más necesitados».

 Como tenemos entre 71, 75 y 81 años nos presentaron la situación aconsejándonos que nos fuéramos de Ucrania por nuestra seguridad, pero nosotras hemos hecho un discernimiento. En realidad estamos aquí por Dios, por acompañar y por vivir su Palabra encarnada que nos ama a todos y especialmente, en los momentos de dificultad. Después de rezar, vimos claramente que no tenemos porqué irnos y así lo comunicamos a la embajadora Silvia Cortés. Nos quedamos aquí en las manos de Dios que son las mejores.

...pero todo cambia